27 de octubre, Día Mundial De La Terapia Ocupacional
Conociendo la Terapia ocupacional …
La Terapia ocupacional es una disciplina sociosanitaria que tiene como objetivo la promoción de la salud y el bienestar a través de la ocupación como axioma fundamental, fomentando la capacidad de las personas para participar en las Actividades de la Vida Diaria (AVDs), logrando el mayor desempeño posible, siendo indispensable para ello, el trabajo previo de aquellos prerrequisitos sensorio-motores, perceptivo-cognitivos y/o conductuales que se encuentren alterados. (1,2)
El objetivo principal de esta disciplina es lograr la generalización de los aprendizajes adquiridos a la vida diaria del paciente, fomentando la máxima independencia y autonomía posible en las diferentes áreas de desempeño ocupacional, siendo estas todas aquellas actividades u ocupaciones que una persona puede desempeñar en su vida diaria. En este aspecto, desde la Terapia ocupacional, se consideran las diferencias individuales, cuál es la forma en la que las personas priorizan estas actividades a la hora de involucrarse en ellas y cómo pueden cambiar en función de los diferentes momentos, contextos o entornos. Las áreas de desempeño ocupacional, se subdividen en diferentes categorías llamadas áreas de ocupación, las cuales se muestran en el siguiente gráfico (1):
El proceso de intervención que se lleva a cabo en Terapia ocupacional, consta de una evaluación, donde se recabarán diferentes datos sobre el paciente para generar unos objetivos de intervención, de forma consensuada con el paciente y/o su familia, para realizar un plan de tratamiento (que constará de las aplicaciones de diferentes enfoques y tipos de intervención).
En la evaluación inicial, se recogerá el perfil ocupacional del paciente (que proporciona un conocimiento del historial y experiencias ocupacionales del mismo, sus intereses, patrones diarios, valores y necesidades) el cual será cumplimentado junto con la historia clínica. En él, se intentarán identificar aquellos problemas y preocupaciones acerca de llevar a cabo su vida diaria, así como se determinarán y consensuarán sus necesidades. También se realizará un análisis del desempeño ocupacional, considerando las destrezas de ejecución (por ejemplo, una persona no es capaz de alcanzar un vaso) en relación a las funciones (puede ser por un problema de fuerza, coordinación, rango articular, tono muscular…) y estructuras corporales, así como el propio desempeño de actividades, los contextos y los entornos, para conocer qué facilita el desempeño y qué lo limita en el momento que atañe al paciente.
Una vez que han sido determinadas las alteraciones, afectaciones y limitaciones, gustos, intereses, rutinas y deseos del paciente, se procede a establecer unos objetivos de intervención de forma consensuada para poder generar un plan de intervención, el cual podrá enfocarse en función de las necesidades individuales, con el fin de “promover, restaurar, mantener, modificar y/o prevenir”, siendo estas estrategias específicas para poder dirigir el proceso de intervención. Pudiendo ser, por ejemplo: “prevenir la aparición de deformidades”, “promover la mayor independencia posible en la actividad de abrochar botones”, “mejorar el control motor del miembro superior derecho”, “mantener rangos activos de la articulación gleno-humeral”, …
La intervención que comprende la Terapia ocupacional en el tratamiento de diferentes problemáticas (tanto en adultos como en niños, problemas neurológicos, traumatológicos, reumatológicos…), pudiendo ser todas ellas abordadas desde esta disciplina, va a diferenciar tipos de intervención en función de la problemática individual, de las necesidades, de la capacidad de aprendizaje del paciente, de los objetivos pautados y de la elección del terapeuta, siempre siendo el último fin facilitar la participación en las ocupaciones.
- Métodos preparatorios: se seleccionarán diferentes técnicas, métodos, basados en los conocimientos actuales de neuroplasticidad, control motor y aprendizaje, para preparar al paciente, potenciando aquellos prerrequisitos (a nivel sensoriomotor, perceptivo-cognitivo y/o conductual) que se encuentren alterados (por ejemplo, falta de fuerza en la musculatura que flexiona el hombro) e influyan en el desempeño ocupacional.
Ejemplo: trabajo de disociación de segmentos corporales, trabajo de análisis perceptivos de la conducta motora, trabajo del control postural, trabajo de alineación postura para prevenir alteraciones secundarias a la lesión, etc.
- Actividades con propósito: actividades para desarrollar habilidades que promuevan la participación en las ocupaciones, sin olvidarse de aquellos componentes necesarios para realizarlas.
Ejemplo: manejar cubiertos, abrochar/desabrochar botones, seleccionar la ropa, etc.
- Intervención basada en la ocupación: participación activa por parte del paciente en las ocupaciones reales. En este aspecto, se sabe que la práctica de actividades en contextos y entornos reales, estimula el aprendizaje de forma correcta en aquellas habilidades necesarias (tanto motoras, cognitivas, perceptivas…) para su adecuada ejecución y facilitando, por tanto, la generalización de los aprendizajes al día a día de los pacientes (3). Por ello, cuando puede ser llevado a cabo, las intervenciones se realizan en el propio domicilio del paciente, en el trabajo…
Ejemplo: vestirse, bañarse, preparar la comida, comer, etc.
- Proceso de asesoría: identificar el problema que ocurre en una situación determinada, generar soluciones, elegir una y, si fuese necesario, modificarla para generar la mayor efectividad posible.
Ejemplo: aconsejar sobre una rutina de ocio y tiempo libre para la persona afecta, mostrar diferentes productos de apoyo para la alimentación, mostrar opciones sobre posibles adaptaciones en el hogar, etc.
- Proceso de formación/educación: impartir conocimiento e información sobre diferentes aspectos en cuanto a salud, actividad, ocupación y/o participación. Ejemplo: enseñar al familiar/cuidador de la persona que ha sufrido una lesión medular el posicionamiento más adecuado para esta persona en la cama, enseñar al familiar/cuidador estrategias de economía articular/ergonomía postural a la hora de movilizar a los pacientes, etc.
- Auto-gestión: Promover la ocupación y el empoderamiento de los pacientes a la hora de buscar y lograr recursos que les permitan participar en sus ocupaciones diarias.
Ejemplo: colaborar con el paciente para solicitar modificaciones/adaptaciones en su puesto laboral y así poder reintegrarse en el mismo.
En el Clínica Universitaria, existen diferentes departamentos que constan del Servicio de Terapia ocupacional; Unidad de Trastornos Musculoesqueléticos, Unidad de Atención a la Infancia y Unidad de Neurología. En todos ellos, se pretende optimizar el desempeño ocupacional del paciente para lograr la máxima autonomía e independencia posible en la vida diaria, considerando siempre los principios de la Terapia ocupacional, aunque los enfoques sean realizados desde distintos ámbitos de actuación. Hoy, por el Día Mundial de la Terapia ocupacional, nuestras terapeutas ocupacionales han creado unos posters para intentar mostrar cómo esta disciplina puede ayudar a personas con diferentes problemáticas.
FOTOS:
Posters Día Mundial De La Terapia Ocupacional
(haz clic para descargarlos en PDF)
BIBLIOGRAFÍA:
- Ávila Álvarez, A, Martínez Piédrola R, Matilla Mora R, Máximo Bocanegra M, Méndez Méndez B, Talavera Valverde MA et al. Marco de Trabajo para la práctica de la Terapia ocupacional: Dominio y Proceso. 2da. Edición [Traducción]. www.terapia-ocupacional..com [portal en Internet]. 2010 [mayo 2019]; [85p.]. Disponnible en: http://www.terapia-ocupacional.com/aota2010esp.pdf Traducido de: American Occupational Therapy Asociation (2008). Occupational Therapy practice framework: Domain and process (2nd ed.).
- Gimeno H., Pérez B., Cirez I., Berruta C.M., Barragan G. “Terapia ocupacional en educación”. Revista TOG 2009; 6(4): 353-364.
- Jarus T. Motor learning and occupational therapy: the organization of practice. American Journal of Occupational Therapy. 1994; 48: 810-14.