El pie diabético. ¿Qué es y cuales son sus sintomas?
Según la Organización Mundial de la Salud la diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce. El efecto de presentar diabetes no controlada es la hiperglucemia mantenida (aumento de azúcar en la sangre).
La Diabetes Mellitus se clasifica en dos tipos, tipo 1 y tipo 2, aunque existen otras formas como la diabetes gestacional.
- La diabetes tipo 1 se produce por la destrucción de las células productoras de insulina, lo que conduce a la necesidad de un tratamiento con insulina. Su etiología es, en la mayor parte de los casos, de origen inmunitario.
- La diabetes tipo 2 se produce tanto por una disminución de la sensibilidad a la acción de la insulina en diferentes tejidos, como por la insuficiente secreción de insulina por parte de las células pancreáticas productoras de dicha hormona.
La presencia de hiperglucemias mantenidas a lo largo del tiempo produce complicaciones crónicas en el organismo, las cuales podemos dividir en dos grandes categorías: Micoangiopáticas y Macroangiopaticas.
Entre las complicaciones Micoangiopáticas, se distinguen 3, en función de si está afectado el riñón (nefropatía diabética), la retina (retinopatía diabética) o el nervio periférico (neuropatía diabética)
Entre las complicaciones Macroangiopáticas se distinguen tres terrenos afectados por la arterioesclerosis que puede complicar la diabetes. Estos tres terrenos son el cerebro (enfermedad vascular cerebral), el miocardio (cardiopatía isquémica) y las extremidades inferiores (enfermedad arterial periférica o vascular periférica).
Por lo tanto, en cuanto al pie diabético se refiere, hay que destacar que existen dos complicaciones: una microangiopática y otra macroangiopática. De modo que un paciente diabético que reúna estas condiciones presenta un pie de riesgo.
Debemos de tener claro que no todos los diabéticos presentan un pie diabético, sino que serán pacientes diabéticos con un pie sano. Pero si un paciente diabético presenta las complicaciones mencionadas anteriormente junto con un mal control glucémico, un mal calzado y unos hábitos de cuidado del pie inadecuados, el paciente presentará un pie de riesgo llegando a producir lo que se conoce como la patología Pie Diabético.
Pero ¿qué es el Pie Diabético? El Pie Diabético se define como la infección, ulceración o destrucción de los tejidos profundos del pie, asociados a neuropatía y/o enfermedad vascular periférica de diferente magnitud, en las extremidades inferiores de los pacientes con diabetes mellitus.
SINTOMATOLOGÍA:
Los signos y síntomas de un paciente con Pie Diabético varían en función de las complicaciones que presenten.
La Neuropatía Diabética afecta a diferentes tipos de fibras nerviosas (sensitiva, motora y autónoma). Los principales síntomas son:
- Pérdida de la percepción ante estímulos dolorosos, presiones excesivas, cambios de temperatura y propiocepción del pie.
- Atrofia y debilidad de la musculatura de la extremidad inferior. Lo que produce deformidades de los pies y aumento de las presiones en determinadas zonas del pie.
- Sequedad de los pies, dejando la piel más frágil y con tendencia a agrietarse.
- Edemas y distensiones vasculares.
La enfermedad vascular periférica produce alteraciones del trofismo del pie, que hacen que la piel sea más sensible al estrés biomecánico, dificultando la cicatrización y alterando los mecanismos de defensa inmunitarios. Esta enfermedad macrovascular produce como principal complicación la isquemia crónica del miembro inferior, la cual supone una disminución progresiva del aporte sanguíneo y consecuentemente la disminución de oxígeno a los tejidos del miembro inferior. Entre los principales síntomas destacan:
- Claudicación intermitente. Es la llamada “enfermedad del escaparate”, produciendo dolor con la deambulación y obligando al paciente a pararse, llegando incluso a ser invalidante.
- Dolor en reposo, es típicamente nocturno, que requiere de dosis superiores de analgésicos a lo habitual y que suele preceder a la aparición de lesiones tróficas.
- Lesiones tróficas. Son lesiones en zonas acras o de presión, localizadas en los dedos y en el talón del pie y que van ligadas a signos inflamatorios por infecciones asociadas.
- Cambios en la coloración de la piel del pie.
- Trofismo de la piel. Piel seca, fina, con ausencia de vello, uñas engrosadas y atrofia de la grasa plantar del pie.
PRINCIPALES FACTORES DE RIESGO PARA DESARROLLAR UNA ÚLCERA DIABÉTICA:
- Ulcera previa o amputación previa.
- Neuropatías diabéticas.
- Traumatismos: calzado inadecuado, caminar descalzo, objetos en el interior del calzado, caídas o accidentes, etc.
- Alteraciones biomecánicas: limitaciones articulares, prominencias óseas (dedos en garra, juanetes), durezas y uñas engrosadas.
- Enfermedad vascular periférica.
- El estatus socioeconómico del paciente: pobreza, no tener acceso a los servicios médicos, incumplimiento de las pautas médicas, bajo nivel educativo, …
- Diabetes de más de 10 años de evolución.
- Mal control de la glucemia.
- Tener retinopatía o nefropatía diabética.
- Edad avanzada.
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CONSEJOS PODOLÓGICOS:
Calzado:
- Los zapatos deben de llevarse con calcetines, ya que evitan que el pie se deslice y lo protegen de roces.
- Los calcetines deben ser de fibras naturales (algodón, lino o lana) sin costuras y que no aprieten.
- Las mujeres que usen medias, no deben ser cortas, ni tener gomas o ligas y deben llevarse con las costuras hacia fuera.
- La mejor hora para comprarse un zapato es el final del día, ya que el pie está más dilatado.
- A la hora de comprar un calzado, este no debe apretar ni estar muy suelto.
- La anchura interna del calzado debe ser igual a ancho del pie, sin que comprima los dedos.
- El calzado debe ser de piel flexible y suela gruesa que no permita un movimiento excesivo y que aísle el pie del suelo. Evitar calzado tipo “24 horas”.
- Es recomendable que se adapte con cordones o velcro y que no tenga costuras en el interior.
- Es muy importante revisar el interior del calzado con la mano antes de ponérselo para detectar cualquier cuerpo extraño que pueda lesionar su piel.
Hábitos higiénicos:
- Asegúrese de que la temperatura del agua no es excesiva.
- Utilizar jabón neutro para no dañar la piel.
- Secar cuidadosamente el pie, incluyendo entre los dedos.
- Utilizar cremas hidratantes diariamente únicamente por la noche y sin aplicarlo entre los dedos.
- No usar callicidas, están hechos con ácidos que queman la piel y producen heridas.
- No utilizar cuchillas ni objetos cortantes para quitarse las durezas. Esta función la realiza el PODOLOGO.
- El corte de uñas debe ser recto y con alicates, en caso de dificultad acudir al podólogo.
- Eliminar los picos de las uñas con una lima de cartón, nunca metálica.
- No andar descalzo en casa, en piscinas y en playas. Ya que ha riesgo de dañarse el pie.
Prof. Daniel Marugán Rubio
Podólogo Clínica Universitaria La Salle.
Profesor CSEU La Salle.
BIBLIOGRAFÍA:
- Articulo de la revista de la asociación de diabéticos de Madrid: “Lo que las personas con Diabetes deben saber de sus pies” Profesora Ana Esther Levy.
- Pie Diabético. Guía para la práctica clínica. Ed. Panamericana. J.Viadé. J. Royo
- Técnicas de exploración de la sensibilidad en la patología del pie. A.I. Calle Pascual, I.Runkle Vega, J.A. Díaz Pérez, A. Durán Hervada, L.Romero Pérez. Servicio de Endocrinología y nutrición. Hospital Clínico San Carlos. Madrid.