La primera parte de este artículo sobre factores de riesgos cardiovasculares la podéis encontrar en el siguiente enlace: Factores de riesgo cardiovasculares (parte 2)
Hipertensión arterial
La tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre dentro de las paredes de las arterias. Se considera normal cuando sus niveles están por debajo de 140 (sistólica) / 85 (diastólica) mm/Hg.
El aumento de la tensión arterial muchas veces no da sintomatología y por ello la podemos pasar por alto. Es más frecuente a partir de los 40 años y existe una predisposición familiar, aunque puede darse a cualquier edad y sin antecedentes familiares.
La hipertensión arterial puede afectar a diferentes órganos y sistemas como por ejemplo:
- Cerebro: produciendo accidentes cerebro vasculares.
- Riñones: llegando a producir insuficiencia renal.
- Sistema circulatorio de las piernas: dando lugar a dolor a la hora caminar, lo que se conoce como claudicación intermitente.
- Vista: dando lugar a retinopatía hipertensiva.
Para poder tener una hipertensión controlada lo mejor es la prevención de la misma llevando a cabo un estilo de vida cardiosaludable:
- Evitar el tabaquismo
- Evitar el consumo elevado de alcohol (una copita de vino con las comidas se considera cardiosaludable). No por ello, vamos a recomendar su consumo.
- Evitar el aumento de peso.
- Realizar ejercicio físico a diario.
- Dieta saludable.
- Cumplir el tratamiento farmacológico pautado por su médico.
Obesidad
La obesidad es un exceso de grasa corporal en relación con el peso estándar, que viene dado por la talla, el sexo y la edad.
La obesidad está relacionada directamente con la incidencia de DM, HTA y DL, llamando a este conjunto de factores de riesgo síndrome metabólico, el cual también se asocia a un aumento de padecer enfermedades cardiovasculares.
La OMS utiliza como método de referencia internacional el índice de masa corporal (IMC), para ver si el peso es normal o por el contrario existe sobrepeso u obesidad y su grado. IMC se basa en la relación peso y talla, siguiendo la siguiente formula (Kg /m2).
Intervalo de IMC (kg/m2) | |
Peso normal | 18,5 – 24,9 |
Sobrepeso obesidad grado I | 25 – 29,9 |
Obesidad grado II | 30 – 34,9 |
Obesidad grado III | 35 – 39,9 |
Obesidad grado IV | ≥ 40 |
Para conocer el contenido de grasa abdominal, se utiliza como medida el perímetro abdominal. El cual no debe ser mayor a 102 cm en hombres y de 88 cm en mujeres.
Para poder controlar y reducir la obesidad el paciente siempre se debe sentir motivado y apoyado. Es necesario llevar una dieta saludable con déficit calórico, así como realizar ejercicio físico de forma habitual. Todo ello se debe mantener a lo largo del tiempo e incluirlo como un hábito de vida.
Si con los hábitos de vida saludable no fuera suficiente para el control del sobrepeso su médico le prescribirá tratamiento farmacológico e incluso tratamiento quirúrgico si fuera necesario.
Ansiedad
La OMS define el estrés como reacciones fisiológicas, que en su conjunto preparan al organismo para la acción. Es una respuesta necesaria para la supervivencia, pero cuando esta respuesta natural se da de forma exagerada produce sobrecarga de tensión llegando a producir algunas enfermedades en el organismo.
Los aspectos psicológicos se relacionan directamente con incidencia y evolución de la enfermedad cardiovascular.
Según el resultado de un meta análisis, con la búsqueda bibliográfica en PubMed, EMBASE y Psycinfo desde 1980 hasta 2009 existe una asociación entre la ansiedad y el riesgo de enfermedad cardiovascular y muerte cardiaca.
Las personas que sufren ansiedad tienen un 26% más de posibilidades de padecer enfermedades cardiovasculares y un 48% más de riesgo de muerte súbita que el resto de población que no la sufre.
Aunque no lo creamos es un factor de riesgo tan prevalente como la HTA y vemos que no solo daña a nivel psicológico sino también a nivel físico.
Según el estudio de Framingahn , puesto en marcha en 1948, la mayor incidencia de muerte súbita apareció entre las 9 y las 11 de la mañana, coincidiendo este momento con el pico de secreción del cortisol. El cortisol es una hormona asteroidea, producida por la glándula suprarrenal como respuesta al estrés.
El estrés obliga al corazón a trabajar de forma más intensa, requiriendo más energía; la sangre se vuelve “más espesa”; las arterias coronarias se hacen menos flexibles y hacen que se acumulen en sus paredes sustancias nocivas; el mecanismo defensivo que destruye trombos (fibrinólisis) pierde efectividad. Todo ello a consecuencia del estrés.
Las personas con patrón de conducta tipo A, tienen un mayor riesgo de padecer estrés.
Algunas de las características del patrón de conducta tipo A son:
- Competitividad.
- Ambición.
- Conseguir un número ilimitado de metas en el menor tiempo posible.
- Tendencia a sobrecargarse de actividades.
- Autoexigentes.
- Impacientes.
- Dificultad para expresas emociones.
- Pocas relaciones sociales.
Para poder combatir el estrés se aconseja:
- Gestionar el tiempo de manera efectiva.
- Intentar ser menos perfeccionista.
- Practicas técnicas de relajación y meditación.
- Ser más positivo.
- Comer y beber de manera más saludable.
- Utilizar el humor y la risa.
- Descansar lo suficiente.
- Practicar ejercicio de manera regular.
Laura Martín Argomániz.
Enfermera de la Unidad de Rehabilitación Cardiaca.