¿Qué es la planificación motora? ¿cómo influye en el desempeño ocupacional del niño?
La planificación motora (también conocida como praxis) se define como la capacidad para concebir, organizar y realizar acciones no cotidianas teniendo como base el uso de la información sensorial que percibimos de nuestro cuerpo y del entorno. Es decir, debemos de organizar la información de nuestro entorno para realizar acciones que no son familiares planificando y secuenciando los nuevos actos motores; es el puente entre las habilidades motoras y la cognición.
Cuando hablamos de planificación motora hablamos de 3 fases independientes:
- Ideación: formular la idea de una nueva actividad o una nueva manera de desempeñarse, cuál es el objetivo, lo que se quiere hacer. Este es el aspecto cognitivo de la praxis, es la capacidad para entender la idea o concepto que permita la interacción propositiva con el ambiente y depende de las interacciones anteriores.
- Planificación motora: esta fase es claramente la que más depende de la información sensorial ya que planea cómo alcanzar el objetivo. A través de la conciencia sensoriomotora del cuerpo se secuencian las acciones, planificando y estructurando una respuesta propositiva y adaptativa.
- Ejecución: consiste en realizar eficazmente las acciones planeadas en las dos etapas anteriores. Para ejecutar con éxito una actividad son necesarias las habilidades motoras, la coordinación, la planificación motora y también la ideación.
Una vez entendido lo que es la praxis es necesario conocer el desarrollo de los diferentes hitos o actividades relacionadas con la planificación motora según la edad de desarrollo:
1 AÑO
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· Empieza a imitar los gestos faciales del adulto.
· Manipulación de objetos (separación, uno dentro del otro, chocar). · Entiende cómo moverse alrededor del espacio, facilita el desarrollo de la percepción espacial. · Comienza con el uso de herramientas cómo una cuchara. · Al final del año aparecen las destrezas de planificación oralmotor, en la producción de palabras. |
3 AÑOS
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· Comienza el juego cooperativo.
· Sigue las instrucciones y direcciones de otros. · Interés en herramientas como tijeras y objetos de manualidades. · Se quita y se pone el abrigo. · Es capaz de utilizar el tenedor. · Se seca las manos con una toalla. · Las destrezas de ideación son más amplias. |
4 AÑOS
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· Es capaz de cortar con las tijeras y abrocharse botones fáciles.
· Puede montar en bicicleta con tres ruedas. · Es capaz de saltar con los pies juntos. · Puede echar agua de un recipiente a otro. |
5 AÑOS
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· Es capaz de construir una tienda de campaña con material que hay por casa.
· Puede dibujar cruces con un lápiz en papel. · Se viste solo (a excepción del atado de cordones). |
6 AÑOS |
· Colorea sin salirse de los límites del dibujo.
· Es capaz de escribir su número en letras mayúsculas y usar la goma de borrar. · Juega a coger la pelota. · Es capaz de saltar a la pata coja. |
7 AÑOS
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· Se ata los cordones de los zapatos.
· Se baña solo con algo de ayuda. · Es capaz de usar herramientas como el martillo y el destornillador. |
8 AÑOS |
· Comprende reglas para juegos y deportes.
· Resuelve sus horarios diarios y busca cosas que necesita para el día. |
9 AÑOS | · Se baña completamente solo.
· Usa el cuchillo de mesa para cortar. · Es capaz de saltar a la comba. |
10 AÑOS |
· Es capaz de batir un huevo con una cuchara sin derramarlo.
· Pela la fruta con cuchillo. |
ADOLESCENTES |
· Organiza las conductas en tiempo y espacio.
· Realiza proyectos coordinando tiempo y personas. · Aprendizaje de reglas sociales y cómo manejarse en la comunidad. |
ADULTOS |
· Mayores demandas práxicas con horarios múltiples, cuentas, mantenimiento de coches, reparaciones de la casa, etc. |
Cuando se produce una dificultad en alguno de los pasos explicados anteriormente (ideación, planificación y ejecución) se denomina dispraxia. La dispraxia es una disfunción cerebral que implica una dificultad en la planificación motora, es decir, en la habilidad para utilizar las manos y el cuerpo en actividades que impliquen el uso de objetos y la resolución de situaciones novedosas. Es una de las manifestaciones más comunes de disfunción de la integración sensorial.
Los niños con problemas de praxis pueden tener buenas o incluso altas habilidades cognitivas y resuelven con facilidad tareas conocidas, pero tienen dificultades para aprender actividades especializadas nuevas (montar en bici, atarse los cordones, abrocharse botones…). Planifican sus actos una y otra vez porque no logran automatizarlos. Tienen dificultades en la organización y secuenciación de las tareas, en la resolución de problemas y en la conciencia y control corporales. A veces pueden ser etiquetados de “torpes”, “vagos” o “desinteresados” porque a los padres o profesores les resulta difícil entender que un niño con recursos cognitivos tarde tanto o no haga bien tareas sencillas. Sin embargo, para ellos es tremendamente difícil organizar sus manos y su cuerpo para realizar esas actividades. Estos niños quieren aprender y se esfuerzan en conseguirlo, pero el déficit que presenta respecto a su percepción corporal no le dice cómo. “El niño con dispraxia…siente menos su cuerpo y es menos consciente de lo que puede y no puede hacer con él.”
Según las áreas de desempeño ocupacional, los niños con problemas de planificación motora pueden presentar algunas de las siguientes conductas:
- Escuela
- No se le dan bien los deportes y puede tener dificultad en las clases de educación física, llegando incluso a rechazarlo.
- Puede fallar al realizar acciones motoras secuencias, por ejemplo, un lanzamiento o un salto.
- Tarda mucho en hacer sus tareas o incluso alguna de ellas no las acaba.
- Tiene dificultades para organizar su mochila o su pupitre, parece desorganizado.
- Tarda más que otros niños en aprender a escribir letras o números.
- Tiene dificultades para empezar una actividad o para cambiar de una actividad a otra.
- Juego
- Carece o tiene un limitado juego imaginativo.
- Le cuesta establecer relaciones con sus iguales, prefiere la compañía de los adultos.
- Prefiere ver a los demás jugando que jugar el mismo o dar órdenes a los otros para que lo hagan por él.
- Le cuesta adaptarse a obstáculos o moverse de forma segura, por ejemplo, en el parque.
- Tiene problemas para proponer formas nuevas de jugar (repite materiales y temas) o para saber cómo se juega con las cosas. Presenta dificultades en la realización de tareas motoras finas (hacer un puzle o una manualidad).
- Autocuidado
- Tiene dificultades en tareas que requieran de una buena coordinación bimanual, por ejemplo, abotonar o subir cremalleras.
- Tarda más tiempo que otros niños en adquirir destrezas como atarse los cordones de los zapatos o vestirse.
- Suelen ser lentos y desorganizados con las destrezas relacionadas con la autonomía como el uso de cubiertos.
- Tiene dificultades para ordenar su habitación.
- Se ensucia mucho cuando come.
Los signos detallados en el apartado anterior no permiten diagnosticar, pero sí decidir derivar a un especialista para realizar una evaluación relacionada con los problemas de planificación motora. Desde Terapia Ocupacional utilizamos una valoración en el desempeño ocupacional del niño desde todas las áreas para identificar cuál es el origen de sus dificultades. La información recogida a través de las observaciones directas del niño en sus diferentes entornos, las herramientas de evaluación estandarizadas como el Sensory Integracion Praxis Test (SIPT) y los cuestionarios de padres y maestros nos ayudará a realizar un razonamiento clínico y determinar los objetivos de intervención.
El principal enfoque de intervención en estos casos es la Teoría de la Integración Sensorial de Ayres ya que la base de las dificultades de planificación motora tiene su origen, principalmente, en la disfunción del procesamiento sensorial. Durante las sesiones dotaremos al niño de diferentes desafíos para que pueda generar una respuesta lo más adaptativa posible creando nuevos planes motores. Es importante señalar que este enfoque nace desde la Terapia Ocupacional y, por tanto, siempre se tiene la mirada en el desempeño ocupacional del niño, en sus actividades de la vida diaria, en el juego, en el aprendizaje escolar…
Alejandra Barbero Esteban
María Nieto Tienda
Terapeutas ocupacionales de la unidad de atención integral a la infancia y adolescencia del Clínica Universitaria La Salle
Bibliografía:
Ayres, A.J., 2008. La Integración Sensorial En Los Niños. Desafíos Ocultos. 25th ed. Madrid: TEA, pp.95-112.
del Moral Orro G, Pastor Montaño MA, Sanz Valer P. Del marco teórico de integración sensorial al modelo clínico de intervención. TOG (A Coruña) [revista en Internet]. 2013; 10(17): [25 p.]. Disponible en: http://www.revistatog.com/num17/pdfs/historia2.pdf
León Collado A. Desórdenes en la praxis con base sensorial. Propuesta de intervención basada en un modelo de razonamiento clínico. TOG (A Coruña) [revista en Internet]. 2014; 11(19): [12 p.]. Disponible en: http://www.revistatog.com/num19/pdfs/caso2.pdf
Serrano P. La integración sensorial en el desarrollo y aprendizaje infantil. Lisboa: Narcea; 2019.
Matesanz Garcia B, Moya Rosendo D. La Teoría de la Integración Sensorial.
Chumbita G. Somatodispraxia. [Internet]. 2003; Disponible en: http://www.terapia-ocupacional.com/articulos/Somatodispraxia.shtml