Prevención en el cuidado de la voz
Aprovechando que el 16 de Abril es el día internacional de la voz y el lema de la campaña para este año es “cuida tu voz”, queremos resaltar la importancia de adoptar medidas preventivas que ayuden al cuidado de la voz para todas aquellas personas que como agentes de «uso mantenido de la voz » puedan tener un mayor riesgo de padecer problemas en la voz o presentar disfonías.
Las profesiones que son consideradas de mayor prevalencia de riesgo en la voz son: los actores, docentes, locutores, tele-operadores, comerciantes y un largo etcétera y todas aquellas personas con tendencia a utilizar la voz de forma inadecuada o a padecer trastornos relacionados con la voz.
¿Por qué es tan importante la prevención para la población en general y especialmente para aquellos colectivos de mayor riesgo?
La voz es el instrumento fundamental para comunicarnos con los demás y en el caso de la mayoría de los profesionales es también su herramienta de trabajo.
El cuidado de la voz nos va a llevar a unas normas a seguir para mantener una salud vocal adecuada. Aspectos que directamente o indirectamente van a enseñar a modificar hábitos correctos que incidirán en la salud general.
El uso adecuado de la voz implica un aprendizaje. Para ello es necesario conocer los mecanismos de la fonación y los recursos de que disponemos para tomar conciencia de cómo los estamos utilizando y corregirlos.
Si cuidamos la voz, seremos capaces de evitar disfonías. La disfonía la definimos como “ la alteración de la voz en cualquiera de sus cualidades, intensidad, tono, timbre y duración, debido a perturbaciones orgánicas o a una falta de coordinación de los músculos respiratorios, laríngeos y/o de las cavidades de resonancia que intervienen en el acto vocal”.
La persona que hace mal uso o abuso de su órgano vocal, va a realizar un esfuerzo muscular, una contracción forzada para obtener los sonidos con intensidad y amplificación exagerada.
SUGERENCIAS Y RECOMENDACIONES PARA EL CUIDADO DE LA VOZ:
Para prevenir los problemas de la voz se recomienda adoptar una serie de medidas que a modo de consejo y de pautas de actuación son convenientes para el cuidado de la voz.
- Evitar carraspear y toser con frecuencia.
- – Bostezar para relajar la garganta
- – Beber agua a menudo y tragar lentamente.
- Evitar gritar, chillar o tratar de hablar por encima del ruido ambiental.
- – No competir la voz con ruido ambiental.
- – Evitar hablar de manera prolongada
- – Aprender técnicas de proyección vocal adecuadas
- – Articular los sonidos de forma correcta y amplia
- No dirigirse a audiencias amplias sin una amplificación adecuada y con una intensidad cómoda para ser oído en cualquier situación.
- – Utilizar un micrófono para hablar en público.
- – Proyectar la voz usando un soporte muscular adecuado e independiente de la garganta.
- – Conocer los límites físicos en cuanto a tono e intensidad.
- Evitar el estrés, fatiga y tensiones emocionales que puedan afectar a la voz.
- – Aprender estrategias para hablar en público de manera eficaz.
- – Evitar los esfuerzos vocales intensos y agresivos.
- Evitar tensar los músculos de la cara, el cuello, hombros y garganta.
- – Mantener la garganta relajada cuando empiece a hablar.
- – Evitar tensar o apretar los dientes, la mandíbula o la lengua durante la fonación.
- – Aprender ejercicios de relajación específicos para relajar hombros y cuello.
- – Usar técnicas que reduzcan al máximo la tensión muscular.
- Respirar adecuadamente.
- – Mantener el cuerpo relajado y que la respiración sea abdominal y amplia.
- – Permitir que el abdomen y la zona intercostal se muevan libremente de forma natural.
- Utilizar posturas corporales adecuadas.
- – Mantener una posición para hablar confortable, erguida y simétrica.
- – Controlar la postura, espalda recta, hombros hacía atrás y barbilla relajada.
- – Intentar no hablar mientras se realiza esfuerzo físico
- Utilizar el tono óptimo, ni muy agudo ni muy grave, para no dañar el mecanismo vocal.
- – Mantener una voz con buen flujo respiratorio, de manera que el tono se mantenga, varíe en sus frecuencias tonales en función de la edad y sexo de la persona.
- – Permitir una variación del tono vocal mientras habla.
- Mantener un estilo de vida y un entorno saludable.
- – Limitar el uso de la voz. Destinar períodos de tiempo al reposo de la voz.
- – Aprender a ser sensible a los primeros signos de fatiga vocal: dolor de garganta, sequedad.
- – Controlar las condiciones ambientales del trabajo
- – Evitar ambientes secos y poco húmedos, como el aire acondicionado o mucha calefacción.
- – Mantener un nivel correcto de hidratación. Beber frecuentemente agua en pequeñas cantidades, entre seis y ocho vasos de agua diarios.
- – Procurar no consumir en exceso bebidas alcohólicas, cuidar la comida no abusar de especies picantes, cafeína y tabaco.
- – Procurar no tomar bebidas excesivamente calientes o frías.
Paloma Tejeda Navalón
Logoterapeuta del lenguaje, Clínica Universitaria La Salle.
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