En este post explicaremos los beneficios del ejercicio terapéutico y el entrenamiento de fuerza en niños con parálisis cerebral. La parálisis cerebral (PC) es la discapacidad física más común en la infancia1. El término PC no se refiere a una entidad patológica específica, sino más bien describe un grupo de trastornos permanentes del desarrollo del movimiento y la postura, que causan limitación de la actividad, y que se atribuyen a alteraciones no progresivas. Del mismo modo, estos trastornos suelen ir acompañados de alteraciones de la sensación, la percepción, la cognición, la comunicación y el comportamiento, de epilepsia y de problemas musculoesqueléticos secundarios2. En la mayoría de los casos cursa con espasticidad, que es el aumento de la resistencia del músculo cuando se estira pasivamente, considerándose la responsable de la hipertonía o incremento del tono muscular 3. Su presencia suele ir asociada a debilidad, hiperreflexia y clonus, limitando la funcionalidad de estos pacientes 3.
La etapa de la infancia se caracteriza por un alto nivel de actividad física a través del juego, lo que les permite asegurarse una mayor protección de la salud. Los niños con PCI (parálisis cerebral), a raíz de sus limitaciones motoras y sociales, tienden al sedentarismo. Se ha demostrado que el sedentarismo, a diferencia de la actividad física, tiene efectos nocivos sobre la salud: pérdida de masa muscular, limitación del movimiento por retracción muscular, disminución de la densidad ósea, aumento del riesgo de sufrir patologías cardiovasculares, respiratorias y obesidad, entre otras4.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la actividad física se define como cualquier movimiento del cuerpo provocado por la musculatura corporal a raíz de un gasto energético5. Si además realizamos estas actividades físicas de forma planificada, estructurada, repetitiva y dirigida a un fin, para mejorar o mantener uno o más de los componentes de la aptitud física, estaremos realizando ejercicio físico6. El ejercicio físico se compone de ejercicios de fuerza, velocidad, flexibilidad y resistencia.
En la última década, se han realizado importantes descubrimientos en el diagnóstico temprano, prevención y tratamiento, produciendo cambios en la incidencia, el pronóstico y la capacidad de respuesta al tratamiento1. Como la parálisis cerebral es una discapacidad motora, la fisioterapia es fundamental en el tratamiento clínico de estos niños y, sobre todo, según el avance en la neurociencia y otros campos como la ciencia del ejercicio terapéutico, se han informado avances significativos a través de este enfoque2.
Según Novak et al., se han propuesto recomendaciones para mejorar la salud mediante intervenciones desde la fisioterapia como ejercicio terapéutico, entrenamiento de la actividad y entrenamiento de fuerza que mejoren el estado físico, la actividad física, la deambulación, la movilidad y, en consecuencia, la participación y la calidad de vida1.
El entrenamiento de fuerza global de la musculatura mediante la intervención de la fisioterapia regularmente consigue efectos positivos en el tiempo en la función circulatoria, en la marcha, en la coordinación de ambos miembros inferiores y en el equilibrio. Así mismo, no solo es la mejoría real que produce en las estructuras, sino también en la percepción de logro tanto del niño como de sus familias y del resto de la red de apoyo. Cabe destacar que realizar un entrenamiento de fuerza no aumenta la espasticidad, como tradicionalmente se había considerado 7.
A medida que los niños con parálisis cerebral crecen, suelen reducir la cantidad y los tipos de actividad durante la adolescencia y la edad adulta temprana o media, puede exacerbar la discapacidad debido al desarrollo progresivo de discapacidades secundarias que, a su vez, dificultan aún más el movimiento. Por esta razón, los programas de fuerza y acondicionamiento físico no deben considerarse solo como intervenciones terapéuticas, sino más bien como componentes cruciales de un estilo de vida saludable para todos, donde el fisioterapeuta ayuda al niño y/o adolescente a identificar estrategias efectivas y sostenibles para incorporar el ejercicio físico intenso en sus vidas y, tal vez, entrenar capacidades específicas que aumenten su capacidad de ejercicio2.
Rosa Pesudo Marí
Fisioterapeuta
Unidad de atención integral a la infancia y adolescencia
BIBLIOGRAFÍA
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- Graham, H. K., Rosenbaum, P., Paneth, N., Dan, B., & Lin, J. P. (2016). Diane L. Damiano8, Jules G. Becher9, Deborah Gaebler-Spira10, Allan Colver11, Dinah S. Reddihough12, Kylie E. Crompton12 and Richard L. Lieber13 Abstract| Cerebral palsy is the most common cause of childhood-onset, lifelong physical disability in most countries, affecting about 1 in 500 neonates with an estimated prevalence of 17 million people.
- Robles, M. D. P. M., Jiménez, P. M. M., & Martínez, C. A. (2022). Técnicas de fisioterapia para tratar la espasticidad en la parálisis cerebral infantil (PCI). Revista Sanitaria de Investigación, 3(10), 30.
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- Misca, A. M. (2021). Efectividad del ejercicio físico en el tratamiento fisioterápico de la parálisis cerebral infantil (PCI): una revisión sistemática.
- Herreros Laguía, M. (2022). Efectividad del entrenamiento de fuerza en niños y jóvenes con parálisis cerebral. Revisión sistemática. 1295_Herreros.pdf (unia.es)