La salud mental incluye nuestro bienestar emocional, psíquico y social. Afecta la forma en como pensamos, sentimos y actuamos cuando lidiamos con la vida. También ayuda a determinar cómo manejamos el estrés, nos relacionamos con otras personas y tomamos decisiones. La salud mental es importante en todas las etapas de la vida, desde la niñez y la adolescencia hasta la edad adulta, pero cuando existe un problema de salud mental empezamos a girar la mirada sobre la terapia en salud mental.
Para antes de pensar en las posibles terapias, comprendamos que las enfermedades mentales son condiciones graves que pueden afectar la manera de pensar, su humor y su comportamiento. Existen muchas causas de enfermedades mentales. Sus genes y su historia familiar pueden jugar un papel, como así también sus experiencias de vida como el estrés o una historia de abuso. Otras causas pueden ser biológicas. Los trastornos mentales son comunes, pero existen tratamientos disponibles.
Los Equipos de Salud Mental son servicios dirigidos a la atención ambulatoria de personas con trastornos mentales, especialmente aquellas que, por la complejidad de su sintomatología, desbordan la capacidad de atención de los Equipos de Atención Primaria (E.A.P.).
Teniendo en cuenta sus necesidades asistenciales individuales, el paciente puede ser derivado por el médico de atención primaria a su centro de salud mental, adscrito a su hospital de referencia, para recibir atención especializada, médico psiquiátrica o combinada, médico-psicológica.
La atención a los pacientes en los servicios de salud mental es realizada por un equipo multidisciplinar compuesto, entre otros profesionales, por médicos especialistas en psiquiatría, psicólogos especialistas en psicología clínica, enfermeras, trabajadoras sociales y terapeutas ocupacionales, diferenciando la atención a niños y adolescentes y a adultos mayores de 18 años.
A lo largo de su evolución clínica, algunos pacientes pueden precisar hospitalización psiquiátrica o seguir tratamiento en un hospital de día o en dispositivos especializados adaptados a sus necesidades.
Las personas con un trastorno mental grave crónico y complejo son incluidas en un programa de continuidad de cuidados cuya misión es prestarles el conjunto de ayudas necesarias para que tengan la oportunidad de lograr la recuperación de su enfermedad a través de un proceso de tratamiento mantenido y de rehabilitación psicosocial, con los objetivos de superar o reducir sus síntomas y discapacidades y de alcanzar el máximo nivel posible de autonomía personal y participación social.
Para el desarrollo de este programa se dispone de los recursos específicos de la amplia red de atención social a personas con enfermedad mental grave y duradera de la consejería de políticas sociales y familia, tales como centros de rehabilitación psicosocial, centros de rehabilitación laboral, residencias, pisos supervisados, centros de día de soporte social, equipos de apoyo social comunitario, plazas supervisadas en pensiones y servicio de atención social y apoyo a la reinserción social de personas con enfermedad mental grave sin hogar.
Arantxa Vázquez Mayor
Terapeuta Ocupacional en el Clínica de Rehabilitación Funcional La Salle