VACACIONES EN CARDIÓPATAS Y EN PERSONAS SUPUESTAMENTE SANAS. Consejos basados en la evidencia
José María Maroto Montero
Doctor en Medicina. Cardiólogo
La Sociedad actual, sobre todo en las grandes ciudades, somete a la población a constantes agresiones físico-psíquicas. Existe un indudable deterioro en las relaciones humanas, siendo las más afectadas las personas que cumplen sus deberes ciudadanos. Por otro lado, un porcentaje creciente de personas cree que solo tiene derechos y consideran que no deben respetar las reglas.
El resultado final es que todos, los agresores y los agredidos, viven el día a día con un alto nivel de ansiedad. Las vacaciones consiguen romper, en gran medida, este estado de cosas.
Los pacientes que han sufrido un episodio agudo de insuficiencia coronaria presentan, en un alto porcentaje de casos, importantes deterioros a nivel psicológico (ansiedad y depresión). Estas anomalías inciden de forma muy negativa en la calidad de vida y en el pronóstico (complicaciones futuras) de la enfermedad.
El patrón de conducta tipo A, muy frecuente en los cardiópatas coronarios, les hace especialmente vulnerables a las situaciones de stress.
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CARACTERÍSTICAS DEL PATRÓN DE CONDUCTA TIPO A
1.- Persona impaciente, le molesta esperar
2.- Le encanta resolver 4-5 cosas al mismo tiempo.
3.- Siempre llega media hora antes a sus citas
4.- Le gusta hacer las cosas de forma perfecta
5.- Suele molestarle muchísimo que las cosas no salgan como estaba programado
6.- Le cuesta expresar sus sentimientos
7.- Una faceta frecuente de su personalidad es la hostilidad
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Los pacientes, incluidos en nuestra Unidad de Rehabilitación Cardíaca, plantean múltiples preguntas a la hora de tomar vacaciones.
Vacaciones: ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿cómo? El enfermo tiene miedo a salir de su entorno, donde se siente más protegido, y no sabe qué lugares son más convenientes, para pasar esos días o semanas. En muchos casos, preferiría quedarse en casa, pero es consciente de que su familia tiene derecho a un descanso después de lo pasado, y él debe intentar normalizar su vida.
Es conveniente individualizar los consejos cardiológicos, en función de las características y severidad de la cardiopatía, del paciente, y de la medicación que está tomando.
¿Cuándo? ¿Dónde? Es aconsejable evitar las temperaturas extremas (montaña o playa). El frío intenso favorece la posibilidad de espasmos coronarios que desencadenen episodios de angina. Es un hecho habitual el que los pacientes coronarios presenten con más frecuencia dolor en el pecho durante el invierno, sobre todo cuando salen por la mañana a la calle. Es consecuencia de que las arterias en general están ligeramente contraídas (disminuye el diámetro de las mismas). La solución es abrigarse convenientemente y no salir si la temperatura es extremadamente baja.
Otros dos factores negativos se pueden unir al efecto del frío, la fuerza del viento y la altura. No deberían sobrepasarse los 1.500-2.000 metros como norma general.
El calor produce vasodilatación arterial y venosa, por lo que existe una mayor tendencia a la hipotensión, con sensación de mareo al estar mucho tiempo de pie o con los cambios de posición (el paso de acostado o sentado a bipedestación). Estas sensaciones normales, están favorecida por la toma de algunos medicamentos que, indicados a nivel de prevención de nuevos episodios, suelen tener efectos de descenso de la tensión arterial. Quizás no sea conveniente permanecer demasiado tiempo seguido «tomando el sol».
Cada vez es más frecuente acudir a balnearios, por sus indudables efectos positivos para la salud. Deben evitarse las aguas con temperaturas extremas y sobre todos los chorros alternativos calor-frío. Los chorros pueden producir espasmos coronarios y desencadenar angina o infarto
Las saunas y las aguas a altas temperaturas pueden producir hipotensiones significativas, «ayudadas» por la medicación, pero nunca deben suspenderse la medicación «para poder ir a las aguas».
El desplazamiento puede realizarse en cualquier modo de locomoción. Los aviones no son peligrosos, ya que van presurizados (equivale a 1.000-1.500 metros). Si la estancia supera las dos horas, es conveniente movilizarse y realizar ejercicios con las piernas, con el fin de evitar la posibilidad de trombosis venosas, más frecuentes si existen varices y sobrepeso. El tratamiento habitual con antiagregantes o anticoagulantes, puede ser beneficioso a este nivel.
Si se van a desplazar en vehículo propio, es aconsejable evitar las salidas con mucho tráfico. El paciente coronario suele tener un patrón de conducta tipo A y su respuesta a los atascos puede ser «explosiva». Es conveniente evitarlo saliendo un día antes o un día después.
Realizar, caminando, el camino de Santiago, por ejemplo, precisa de un análisis de la distancia diaria, y total, a recorrer que estará en función de la capacidad física. La temperatura ambiente no debería ser superior a 25-30º, es necesaria una buena hidratación, calzado adecuado y no transportar mochilas cuyo peso sobrepase el 10-15% del corporal. Si se va a hacer en bicicleta se seguirán las mismas normas, sabiendo el riesgo de hemorragias en caso de caídas, por el tratamiento antiagregante o anticoagulante.
Las recomendaciones sobre las actividades diarias incluyen: a) Ingesta y actividad física adecuada para mantener un peso saludable (pesarse cada 3 días); b) Consumir una dieta rica en vegetales y fruta; c) Tomar alimentos ricos en fibra; d) Consumir pescado azul al menos dos veces por semana; e) Carne de pollo sin la piel, de pavo o de conejo, uno o dos días por semana.
Limitar la ingesta de grasas de forma que están prohibidas: las saturadas (Mantequilla, queso, productos cárnicos, salchichas, hamburguesas, lácteos enteros, masas, manteca) y las Grasas Trans (frituras, aceites vegetales hidrogenados (galletas).
Están permitidas: las monoinsaturada: Aceite de oliva, frutos secos, aguacates y las poliinsaturadas: Omega-3 (salmón, caballa, trucha, sardina) y Omega-6 (aceites de girasol, maíz y soja)
En resumen, es necesario seguir la dieta mediterránea, como se ve en el siguiente esquema
Ejercicio físico recomendado: marchas y bicicleta (no si la temperatura es superior a 30ª, evitar caídas) y natación. Frecuencia: 5-6 días a la semana, con sesiones de una hora. La frecuencia cardiaca de entrenamiento será la especificada en la unidad de Rehabilitación Cardiaca o la aconsejada por su médico de familia o su cardiólogo.
Relajación: 2-3 veces al día, durante 15 minutos- Ayudará a bajar el nivel de stress al que va a estar sometido (tráfico, playas llenas, comedores llenos y mal atendidos con costes beneficios deficiente, ruidos….) A pesar de todo “no hubiera estado mejor en casa”, los cambios son buenos y hará que la vuelta al trabajo sea menos traumática.
UNA ADVENTENCIA FINAL: No se le olvide llevar el Informe Médico, por si acaso, y la MEDICACION QUE ESTA TOMANDO